Cuando llegas a una ciudad ¿qué fotografiar?, yo procuro llevar los ojos muy abiertos para ir intuyendo fotografías en las cosas que me voy encontrando, puede ser un reflejo en un escaparate o en un espejo para el tráfico, la repetición armoniosa de un elemento (una estructura visual)… aunque claro, lo primero que fotografiaremos serán los lugares o edificios emblemáticos para el recuerdo de esa ciudad (en París será
La primera decisión será si la foto ha de ser del sitio sólo o incluyendo a mis acompañantes (para el álbum familiar) creo que una buena mezcla de los dos satisfará a todos. Apenas tengo fotos donde salga yo ya que soy el fotógrafo y no me gusta decirle a la gente que me saque una foto (últimamente si lo hago, también quiero decir: “Yo estuve aquí”).
Vamos a ver dos fotos para que veáis la diferencia entre fotografiar un sitio por sus propios méritos o el sitio como testimonio de haber estado allí (o sea: con nosotros delante), para ello me voy a valer de dos fotos hechas por el Sr. “Gaviota” en Estambul.
La primera la hizo el Sr. “Gaviota” a la mezquita Azul que le impresionó mucho y de la que tenía esta magnífica vista desde la terraza de su hotel donde estuvo desayunando.
Se ve la mezquita Azul a primeras horas de la mañana y detrás se intuye el Bósforo, se tomó como elemento principal la cúpula y se encuadró lo mejor posible.
Pero cuando el Sr. “Gaviota” dijo de irse
Aunque a
(desenfocada) como testimonio del lugar donde se hizo esta instantánea.
¿Habéis captado la diferencia? La primera foto habría que hacerlo en modo paisaje (montañitas) y la segunda en modo retrato (cabecita).
En la primera foto hay gran profundidad de campo (todo está enfocado) y en la segunda hay poca profundidad de campo (sólo está enfocada la gaviota, el resto permanece desenfocado, la vista se nos va hacia la gaviota).
Bueno para no cansaros lo dejo aquí y esta lección la iremos dando en pequeñas dosis.
(Si pulsáis sobre las fotos las podéis ver mejor en un tamaño más grande)
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