En esta segunda vemos que al fondo a contraluz (la luz está de frente a nosotros y los objetos fotografiados en medio) hay vegetación y el inicio de la montaña. Mejora la anterior, pero sigue habiendo demasiada agua.
En esta tercera no sabemos a donde mirar ¿al agua? ¿o a la vegetación y montañas? Las dos partes tienen la misma importancia y la vista no sabe a donde dirigirse. No nos convence.
Ahora si, hemos elegido para destacar al agua y los reflejos del sol en ella, está equilibrada, mucho mejor, pero falta algo.
Falta la genialidad del fotógrafo, el saber ver que ahí hay una foto estupenda. Esta si es una gran foto en formato cuadrado y en blanco y negro de un fotógrafo belga del que heredé algunas fotos a través de mi amiga Pilar de Alicante.
La foto está equilibrada, es bonita, la luz está estupenda y tiene un centro claro de interés que es la piragua. Como veis la regla de los tercios (proporción áurea de los pintores) está aplicada doblemente: en el paisaje, dos tercios para el agua y un tercio para el fondo montañoso y la barquita también está a un tercio del borde derecho y del borde inferior.
Ah!, otro detalle, ¿hacia donde va la barca? ¿Hacia la izquierda? Claro, por eso le hemos dejado el mayor espacio en la foto en la izquierda para que en nuestra imaginación pueda seguir navegando hacia ese lado.
Esta es una buena fotografía, las otras no tanto. ¿Vais comprendiendo?
Espero que os haya gustado este segundo consejo, la semana que viene vendrá el tercero.
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